miércoles, 22 de febrero de 2012

Honda NSX


Honda NSX
Aunque se trate de un dos plazas de altas prestaciones y moderna tecnología pensado para correr, en él se puede hablar de un coche polivalente. Dejando a un lado lo que cuesta, el NSX atrae por su altísima tecnología y por su atractivo diseño, pero además ofrece una facilidad de conducción al alcance del más novato de los conductores

Lo más llamativo, sin duda del Honda NSX es el moderno motor de seis cilindros en V con bielas de titanio y distribución variable VTEC. Este sistema permite adaptar el rendimiento del motor perfectamente al tipo de utilización. A bajo régimen, la central electrónica hace que un sistema hidráulico modifique el cruce de los árboles de levas para que los gases en la cámara de combustión sea la adecuada. En términos prácticos, este sistema consigue que a bajo régimen el par sea elevado y cuando se sube a lo más alto del cuentavueltas, la potencia desborde por todos los cilindros. Desde el puesto del conductor, este fenómeno se aprecia por el notable cambio de sonido del motor.
El V6 suena de forma armoniosa, pero según sube de vueltas el sonido se hace más bronco y el conductor nota el importante tirón.
Otro punto destacable del Honda NSX es su estructura, suspensiones y carrocería realizados completamente en aluminio. Esta solución, que sin duda se impondrá en un futuro próximo, conlleva muchas ventajas, pero también bastantes complicaciones para realizarla. El efecto más fácilmente cuantificable es el ahorro de peso. El inconveniente de esta tecnología es que el seguro contra todo riesgo de un Honda NSX es extremadamente caro ya que su reparación requiere técnicas especiales.
Honda NSX
De todas formas, el conductor olvida rápidamente estos pormenores en cuanto se deja enamorar por la forma de andar del coche. El reparto de pesos es perfecto, lo que permite que la tracción posterior y los 274 caballos no supongan el mas mínimo problema. El comportamiento del coche es muy neutro. En carretera se puede rodar mucho más deprisa de lo que la razón aconseja, con toda seguridad.
En un circuito, que es donde de verdad se disfruta, el Honda NSX es un juguete. Sin desconectar el control de tracción TCS, el Honda lo perdona todo; acelerones a destiempo, curvas abordadas en una marcha demasiado larga y mil situaciones más.
Honda NSX

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